18 de abril de 2023–Tras la secuencia de terremotos en el suroeste de Puerto Rico en el 2020-2021, los investigadores preguntaron a los rescatistas y residentes en las comunidades afectadas acerca de la información que necesitan para prepararse para el siguiente terremoto.
De acuerdo con la presentación de la Reunión anual de la SSA del 2023, los residentes encuestados en casa y en grupos de enfoque contestaron que quieren saber más sobre el pronóstico de réplicas e información sobre posibles tsunamis, así como tener acceso más fácilmente a esta información.
Jenniffer M. Santos-Hernández de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, quien estuvo a cargo del equipo, reportó que los residentes también quieren más información enfocada específicamente para su área local.
Santos-Hernández apuntó que existe una percepción entre los rescatistas y los sismólogos de que “compartir la probabilidad de otro terremoto puede causar pánico, pero la investigación de desastres indica que es muy raro que el pánico se desate”.
“Esto les impide divulgar los pronósticos de réplicas” añadió, “pero esa es precisamente la información que el público pide”.
Uno de los participantes del estudio, al ver una visualización de un pronóstico de réplicas, comentó que “ver esto me tranquiliza”, observó Santos-Hernández.
La investigación también reveló que solo el 1 % de los encuestados sabía que existen pronósticos de réplicas generados por el Servicio Geológico de Estados Unidos “incluso cuando eso era lo que querían saber”.
Santos-Hernández también comentó que, tras la ola de terremotos, los residentes quieren tener un mapa de riesgo de tsunamis, “algo posible a través de una mejor colaboración interinstitucional con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA)”, indicó.
El equipo de investigación empezó a trabajar en el 2020 para obtener comentarios locales sobre los productos de comunicación de riesgos producidos por el Centro de Ciencias Sísmicas del USGS y los equipos enfocados a las réplicas.
“Queremos convertirnos en una cultura de preparación, y ellos son los que nos pueden decir más sobre cómo hacerlo porque ya lo hacen”, dijo Santos-Hernández acerca de las comunidades en los municipios de Guayanilla, Guánica y San Juan.
Santos-Hernández y sus colegas facilitan prototipos de productos de comunicación de riesgos para los residentes “de forma que nos puedan brindar retroalimentación sobre cuáles cambios en específico quisieran ver en estas visualizaciones”, dijo. Estos comentarios ayudan al USGS a perfeccionar sus productos de comunicación.
Los investigadores han aprendido más sobre cómo las personas afectadas por la secuencia de terremotos del 2020-2021 se comportaron durante los sismos. Por ejemplo, muchos de los encuestados sabían sobre la necesidad de tener una linterna a la mano en caso de emergencias, pero dijeron a los investigadores que el consejo debería incluir que la linterna esté cerca de la cama.
Algunos de los encuestados compartieron que su plan era evacuar un edificio durante un terremoto, “pero en las reuniones comunitarias, los residentes que lidiaron directamente con el terremoto también dijeron: ‘Gracias a Dios que no me pude mover, porque si hubiera intentado moverme… la escalera de mi casa colapsó’”, dijo Santos-Hernández. “Contrastar las intenciones con lo que el público hizo en realidad es importante para promover la preparación y la seguridad en general”.
Con mucha frecuencia, los residentes del suroeste de Puerto Rico son excluidos de los programas para la preparación e investigación de resiliencia contra terremotos, observó.
“Lo que fue realmente revelador en la investigación, fue que su experiencia era dramáticamente diferente de la de muchas otras personas en Puerto Rico”, dijo Santos-Hernández. “En definitiva, perjudicamos el riesgo que conlleva los terremotos porque no ponemos la suficiente atención al área. Perdemos la oportunidad de una capacidad de aprendizaje, planeación y construcción”.
La investigación también ha destacado el importante papel que tienen los científicos en la comunicación de riesgos, dijo. “Lo que estamos aprendiendo es que cuando los científicos se involucran en la comunicación de riesgos, las personas de verdad escuchan y toman acciones con base en lo que los científicos dicen”.
La encuesta mostró que “las personas harán algo si un científico informa de la posibilidad de un terremoto más fuerte”, concluyó Santos-Hernández.
En el caso de los terremotos del 2020-2021, observó que algunos residentes eran más propensos a reforzar estructuralmente sus hogares y negocios después de escuchar a un científico comunicar los futuros riesgos de terremotos.